La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue impidiendo que nicaragüenses retornen a su propio país. Esta vez en su ataque frontal contra la Iglesia católica le prohibió la entrada a Nicaragua al sacerdote Rodolfo Napoleón French Naar, de la Diócesis de Siuna, confirmó Martha Patricia Molina a LA PRENSA.
Molina, autora del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida? , indicó a este Diario que tiene información de que el sacerdote miskito andaba en una misión en EE. UU. y “según me informaron no le permitieron abordar el avión”.
La investigadora detalló que la información le fue corroborada por trabajadores del régimen orteguista. “Dicen en Migración de Nicaragua que a ellos les orientaron le notificaran a la línea aérea que no podía abordar”, añadió Molina.
El sacerdote iba a retornar a Nicaragua este 2 de julio. En 2020, el párroco French era uno de ochos sacerdotes miskitos de Nicaragua. “El padre permanecía vigilado y asediado”, denunció Molina.
Quién es el sacerdote French
El 28 de diciembre de 1995, French fue ordenado sacerdote en la parroquia San Pedro Apóstol, en Puerto Cabezas, por manos de monseñor Pablo Schmitz, quien en ese momento era obispo del Vicariato Apostólico de Bluefields. French ha cursado Filosofía, Teología y Derecho Canónico.
En entrevista a la Re vista Domingo en noviembre de 2020 habló sobre su labor y la responsabilidad que sentía por ayudar a las comunidades que han sido devastadas por los pasos de los huracanes, y asimismo indicó que si volviera a nacer escogería ser sacerdote.
French se encuentra a cargo de la iglesia de San Rafael Arcángel, de Waspam, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).
De acuerdo con radio católica La Voz de San Rafael, en mayo de este año el sacerdote French realizó varias misiones en diferentes comunidades.
Más sacerdotes obligados al exilio
A lectura de Molina, el hecho que le hayan impedido regresar al país “es otro atropello que se suma a los delitos de lesa humanidad que sigue cometiendo la dictadura en contra de la Iglesia católica, a pesar del silencio que le han impuesto a obispos y sacerdotes”.
También mencionó que “las cifras de religiosos y religiosas exiliados han incrementado. Recientemente me reuní con algunos de ellos para unificar las listas de sacerdotes en el exilio y logré actualizar datos de más de 12 curas que yo no conocía que habían huido del país para salvar sus vidas o que la dictadura había impedido su ingreso”.
El exilio forzado que enfrenta ahora el presbítero French —indica Molina— afecta profundamente a las “comunidades de la parroquia que están impactadas con lo que le sucedió al sacerdote French porque él era muy entregado a su ministerio. Ellos sufrirán muchísimo”.
La nicaragüense, una de las siete personas en el mundo en haber recibido en este 2024 el Premio Internacional de Libertad Religiosa, otorgado por la Oficina Internacional de la Libertad Religiosa del Departamento de Estado de Estados Unidos, adelantó que el 11 de julio se presentará en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde va a denunciar los atropellos de la dictadura.
“Me presentaré en una audiencia ante la CIDH representando al Grupo Ecuménico de Nicaragua, donde estaré denunciando públicamente todos estos atropellos que comete la dictadura y también ese día llevaré cifras actualizadas de la V Entrega de mi estudio Nicar agua: ¿Una Iglesia perseguida? que también publicaré próximamente”, apuntó.