Asedio policial en la Diócesis de Matagalpa, en 2022. FOTO ARCHIVO

Clero de Matagalpa y Estelí en zozobra ante nueva redada de la dictadura

Martha Patricia Molina denunció que la parroquia Inmaculada Concepción de María, en Sébaco, permanece sitiada y que un sacerdote de la Diócesis de Estelí tuvo que huir para no ser detenido

Un día después de que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó el secuestro de los vicarios de la Diócesis de Matagalpa, Ulises René Vega Matamoros, párroco de la iglesia de San Ramón, y monseñor Edgard Sacasa, párroco de la iglesia de San Isidro, el clero de esa jurisdicción y de Estelí —que eran administradas por monseñor Rolando José Álvarez— vive momentos de “zozobra”.

La abogada y autora del informe Nicaragua ¿Una Iglesia perseguida?, Martha Patricia Molina, confirmó a LA PRENSA que la parroquia Inmaculada Concepción de María, en Sébaco, permanece rodeada por oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) conocidos como antimotines.

“Recibí información que la Policía anda realizando operativo buscando a sacerdotes y han detenido y entrevistado a laicos que cooperan con la Iglesia del norte del país”, aseguró Molina.

Santa misa celebrada sin cantos

Este Diario corroboró que este viernes se transmitió la santa misa celebrada por el padre Jairo Pravia, pero al parecer asistieron pocos feligreses debido al asedio policial. El rito católico no contó con cantos acostumbrados, en comparación con la celebrada este jueves.

Ante la persecución del orteguismo, la investigadora denunció que “la feligresía teme que secuestren a sus párrocos”.

En una semana, la dictadura ha privado de libertad al menos a tres religiosos, incluidos los dos vicarios y el sacerdote Frutos Constantino Valle Salmerón, de casi 80 años, administrador Ad Omnia (a todo) de la Diócesis de Estelí, detenido el pasado 26 de julio.

Se supo que el padre Valle Salmerón fue sacado de Estelí en horas de la noche por la Policía orteguista, que lo trasladó al Seminario Interdiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima, ubicado en Managua.

Molina afirmó que también recibió información de que un sacerdote de la Diócesis de Estelí tuvo que huir para impedir ser detenido.

Más del 23 por ciento del clero expulsado

Más de 140 religiosos, desde un nuncio apostólico y pasando por tres obispos, monseñores y sacerdotes de humildes parroquias, han sido obligados a salir del país desde abril de 2018, cuando estalló la rebelión ciudadana que la dictadura aplastó de manera sangrienta.

Un recuento realizado por LA PRENSA proyecta que en Nicaragua hay al menos 611 clérigos. Los 143 sacerdotes que están fuera representan aproximadamente el 23 por ciento de todo el clero en la provincia eclesiástica de Nicaragua, compuesta por una arquidiócesis y ocho diócesis. 

Matagalpa y Estelí han sido de las diócesis más golpeadas por el régimen, que mantuvo encarcelado a su representante, monseñor Rolando Álvarez, y posteriormente lo expulsó al Vaticano, quitándole la nacionalidad.

Publicado en La Prensa Nicaragua el 2 de agosto de 2024

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