Entre abril de 2018 y julio de 2024, al menos 245 religiosos ya no desarrollan su labor pastoral en Nicaragua debido a la represión del régimen Ortega Murillo contra la Iglesia católica, según la quinta entrega del informe Nicaragua, ¿una Iglesia perseguida?, presentado este martes por la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
En el período que sistematiza la cuarta entrega se registraron 870 agresiones contra la Iglesia católica, 92 de estas en los primeros siete meses de 2024.
En el período total que abarca el informe, el régimen expulsó a 136 sacerdotes, 91 monjas, tres obispos, tres diáconos, y un nuncio apostólico, que es el caso de monseñor Waldemar Sommertag.
Molina destacó que 90 religiosos han sido expulsados, 46 desterrados, a 44 se les ha negado el ingreso al país y 65 se exiliaron. Ante esto, la investigadora destacó que existe un impacto negativo en las comunidades en las que la dictadura arremetió con mayor fuerza en el período sistematizado.
“Ha sido un impacto negativo, no solo entre los fieles católicos, porque con las obras se ayudaba a personas que no necesariamente eran católicos. Los laicos que quedaron son afectados porque no está la figura de su pastor que es quien los guía”, señaló Molina.
Molina señaló que si la hostilidad contra la Iglesia católica continúa en los restantes cinco meses del año, es posible que 2024 alcance los niveles de 2023, cuando se registraron 307 casos de agresión.
“La dictadura va a seguir secuestrando sacerdotes y los va a seguir mandando al destierro”, advirtió Molina.
También destacó que el régimen pretende ahogar económicamente a las instituciones eclesiásticas, como los seminarios, parroquias y el seguro sacerdotal, a quienes la dictadura ordenó el congelamiento de sus cuentas desde 2023.
“Las casas de formación podrían desaparecer. Si no hay movimiento de efectivo que los financie, obviamente en algún momento no van a tener para pagar los recibos de servicios básicos. La dictadura quiere que todo lo que tiene que ver con el catolicismo caiga”, refirió Molina.
Enero ha sido el mes con más agresiones
El informe señala que enero es el mes con mayor agresiones contra la Iglesia católica en lo que va del año. En ese período, se registraron 46 casos, incluyendo el destierro de un segundo grupo de 19 religiosos rumbo al Vaticano, incluyendo a los obispos Rolando Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa, e Isidoro Mora, de la Diócesis de Siuna.
Además, la Arquidiócesis de Managua es la que mayor cantidad de agresiones sufrió entre abril de 2018 y julio de 2024, con 294 incidencias. A la Arquidiócesis de Managua le sigue la Diócesis de Matagalpa, que reportó 162 casos en el mismo período.
Más de 9 mil procesiones prohibidas
El informe detalla que entre el 18 de abril y julio de 2024, el régimen prohibió al menos 9,688 procesiones de la Iglesia católica.
“Son pocas las parroquias que tienen autorización de realizar el recorrido de procesiones alrededor del templo, la mayoría son dentro del templo. La amenaza de la Policía es que si no hacen caso, encarcelarán al sacerdote”, expresó Molina.
Martha Patricia Molina, abogada e investigadora. Foto: Captura de pantalla / LA PRENSA.
A esto se suma la confiscación de 19 propiedades confiscadas, 72 mensajes de odio, 56 profanaciones, 39 robos y 14 pintas en el mismo período. No obstante, aseguró que las parroquias ya no denuncian las profanaciones por temor a represalias de la Policía.
Urge más solidaridad hacia la Iglesia católica de Nicaragua
Según Molina, es necesario que la Iglesia católica mundial se solidarice más por la situación de la Iglesia de Nicaragua.
“Considero que la Iglesia católica mundial no se ha solidarizado al extremo con la crisis que está viviendo la Iglesia católica en Nicaragua. Como católicos sabemos que la principal arma es la oración. Creo que deberíamos ser más solidarios mediante la oración y difundiendo las arbitrariedades que se comenten hacia la libertad religiosa en Nicaragua. Es necesario orar fuertemente por todos estos actos de profanación”, refirió.
Además llamó a los feligreses a buscar alternativas “creativas” para apoyar a la Iglesia católica de forma económica.
Botan página de informe
Posterior a la presentación, Molina aseguró a LA PRENSA que el sitio web en el que se publican las entregas sufrió un ataque cibernético que les impidió actualizar con la entrega de este jueves.
“Casi diario tenemos ataque cibernético, pero en pocas ocasiones ha caído”, refirió.
Por esta razón, Molina no descarta que pueda ser “una estrategia que utiliza la dictadura porque no les conviene que se divulgue este tipo de cosas a través de la web y redes sociales. No quieren que la comunidad internacional se entere de todo el daño que ocasionan a a Iglesia católica”, puntualizó.
De momento, se presume que se trató de un ataque cibernético en el que se registraron múltiples solicitudes al servidor hasta sacar de línea al sitio web, conocido como “ataque de denegación de servicio”, DDoS por sus siglas en inglés.