El arzobispo Diego Rafael Padrón Sánchez en la Ciudad del Vaticano, en septiembre de 2023. ANADOLU (ANADOLU AGENCY VIA GETTY IMAGES)

Los líderes regionales de la Iglesia Católica acusan a Maduro de buscar el totalitarismo

El cardenal venezolano Diego Padrón participa en una conversación con otros jerarcas de la Iglesia Católica, que repudian la represión emprendida por el régimen chavista

La crisis política y social de Venezuela es un tema de discusión entre líderes de la Iglesia Católica. La Academia de Líderes Católicos, una fundación sin ánimo de lucro, sostuvo este miércoles un foro virtual con la participación de altos jerarcas religiosos de América Latina. La falta de transparencia de los resultados electorales del pasado 28 de julio, que ha desatado manifestaciones ciudadanas y críticas internacionales, y las respuestas violentas del Gobierno de Nicolás Maduro, reunió a cardenales y obispos de diferentes nacionalidades, que coinciden en la necesidad de una solución concertada y sin violencia. Para estos líderes católicos, la declaración de victoria de la reelección de Maduro no puede considerarse legítima, a raíz de que las actas aún no se han hecho públicas.

El primero en tomar la palabra en el encuentro fue el presidente de la Academia de Líderes Católicos, Rocco Buttiglione, antiguo vicepresidente de la Cámara de Diputados italiana. Tras calificar como “difícil” la campaña adelantada por el opositor Edmundo González, destacó su mesura a pesar de las crecientes denuncias de un posible fraude. González, un septuagenario internacionalista que prestó servicios de diplomático en los primeros años de mandato de Hugo Chávez, fue la última carta que se jugó la oposición para participar de las elecciones, luego de que el Gobierno inhabilitara a la exdiputada María Corina Machado y posteriormente a la profesora Corina Yoris, su reemplazo. “La grandeza de un líder no está en el poder, sino en sentir a su nación”, afirmó Buttiglione, en referencia al rechazo popular a la declaratoria del Consejo Nacional Electoral (CNE) de una victoria de Maduro. “Se deben contar todos los votos con las garantías que se decidieron antes de las elecciones”, señaló al cerrar su intervención.

Posteriormente intervino el cardenal Diego Padrón Sánchez, quien fungió como arzobispo de Cumaná (Venezuela) entre 2002 y 2018. Insistiendo en que hablaba a título personal, fue contundente al asegurar que el Gobierno está entorpeciendo la obtención de las actas de votación. El cardenal dio su opinión de lo que podría ocurrir en las siguientes semanas: prevé que Maduro dilatará los diálogos hasta que la presión internacional merme, para así mantenerse en el Palacio de Miraflores. “Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo”, comentó el jerarca.

Padrón, uno de los siete cardenales del país, se mostró convencido de que la oposición ganó. Fue enfático en que las negociaciones no pueden enfrascarse alrededor del resultado, pues a su juicio no existe duda que fue desfavorable al chavismo. “Esta verdad [la victoria opositora] no es objeto de discusión académica ni política, en detrimento de la voluntad popular”, expresó. El sacerdote realizó un llamado a los creyentes de todo el mundo para mantener su atención en Venezuela. “Las autoridades, todas ellas al servicio del Ejecutivo, han creado el conflicto. No ha sido al pueblo, que ha tenido mayoritariamente un comportamiento cívico antes, durante y después de las elecciones”, concluyó.

El tercer expositor fue Fernando Carrillo, el vicepresidente del Grupo Prisa, casa editora de este diario. En concordancia con lo dicho por Padrón, el antiguo procurador general colombiano destacó que la democracia puede ser frágil y está bajo permanente amenazas del totalitarismo, que en el caso venezolano —afirma— es personificado por Maduro. “Es una dictadura absoluta y brutal. Una dictadura responsable de alrededor de 25 muertos, según Human Rights Watch y varios observadores internacionales”, aseveró. El directivo, quien también fue ministro de Justicia, se refirió a la actuación del CNE como “un mega fraude” y cuestionó que el chavismo quiera llevar las votaciones al escenario judicial, cuando tiene absoluto control de los jueces y tribunales. “La regla es el miedo, el hostigamiento, la violencia. Utilizan el terror como arma política y, por supuesto, se empeñan en que no existan garantías de cualquier naturaleza”.

Entre el millar de participantes se encontraban otros cardenales, como los mexicanos Alberto Suárez Inda y Felipe Arizmendi, el guatemalteco Alvaro Ramazzini o el hispanopanameño José Luis Lacunza. La diáspora de venezolanos en los demás países de América Latina también fue uno de los temas abordados. Expertos apuntan a que la migración aumentaría en caso de que el chavismo continúe en el poder, lo que desencadenaría una crisis humanitaria sin precedentes. “Son ocho millones de venezolanos que hacen parte de ese volumen de migrantes, de los cuales particularmente a Colombia pueden llegar a tres. Aquí los hemos acogido, respetándoles sus derechos e involucrándolos a la sociedad colombiana. Esos ocho millones pueden llegar a ser diez y pueden configurar una tragedia”, dijo Carrillo, quien considera que “la tiranía” de Maduro puede tambalear si su círculo de seguridad le da la espalda ante la oleada de violaciones de derechos humanos.

Publicado en El País el 07 de agosto de 2024

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