El régimen de Daniel Ortega dejará sin monjas a Nicaragua. A las pocas que quedaban se les envió un ultimátum para que abandonen el país antes de que finalice el año, denunció la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
“En estas semanas los puestos migratorios (frontera terrestre y aeropuerto) se verán con presencia de religiosas porque la dictadura les ha dado el ultimátum: ‘Tienen hasta diciembre para abandonar el país’”, denunció Molina en su cuenta de X.
El ultimátum es para “todas” las religiosas que están en Nicaragua y que estas se refugiarán en países donde se encuentran sus congregaciones, que generalmente son naciones latinoamericanas.
“Son las religiosas a quienes les fueron canceladas sus organizaciones sin fines de lucro. La mayoría ya han abandonado el país… Sus propiedades serán todas confiscadas”, denunció Molina.
Tres sacerdotes impedidos de ingresar al país
El pasado viernes 29 de noviembre, la investigadora y autora de la serie de informes “Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?”, también denunció el destierro del sacerdote Asdrúbal Zeledón Ruiz de la Diócesis de Jinotega.
Un día antes de confirmado el destierro del sacerdote de Jinotega, Molina reveló que la dictadura le prohibió el ingreso al país a otro sacerdote nicaragüense. En el transcurso del mes han sido tres los afectados.
Según los recuentos de la investigadora, desde abril de 2018 más de 250 religiosos han sido expulsados, desterrados o forzados al exilio mediante bloqueo migratorio.
En tanto, el Colectivo de Derechos Humanos Nunca Más, indica que la dictadura ha detenido a 74 religiosos -en su mayoría sacerdotes- y excarcelado y desterrado a 63 de ellos, y al menos 35 han sido despojados de su nacionalidad.